Absolutamente nada.
Ni fría, ni oscura.
Nada.
Nada que nada en la nada.
Nada que se siente en el alma,
pero no se puede decir con palabras.
Nada inefable.
Nada de nada.
Nada.
No sé qué es todo,
pero vislumbré el abismo eterno,
Y ahí, ahí no había nada.
Ni color, ni esperanza.
Ni amor, ni ternura.
Ni posibilidad, ni tristeza.
Ni tampoco alegría.
Solo se sentía nada.
y nada más que nada.
Nada.
Pasó el tiempo,
pero no sé cuánto pasó.
En la nada el tiempo no existe.
No se siente nada.
Es un vacío inmenso
lleno de pura nada.
Nada.
Y volví al libro que leía,
como naciendo de nuevo,
respiré profundo,
grité de miedo
y seguí con mi lectura,
dejando a la nada en su lecho.
Dos semanas después
mi padre viajó a la nada
para nunca más volver.
Nada.
como naciendo de nuevo,
respiré profundo,
grité de miedo
y seguí con mi lectura,
dejando a la nada en su lecho.
Dos semanas después
mi padre viajó a la nada
para nunca más volver.
Nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario