martes, 13 de agosto de 2024

Experiencia cercana a la muerte

Nada.

Absolutamente nada.

Ni fría, ni oscura.

Nada.


Nada que nada en la nada.

Nada que se siente en el alma,

pero no se puede decir con palabras.

Nada inefable.

Nada de nada.

Nada.


No sé qué es todo,

pero vislumbré el abismo eterno,

Y ahí, ahí no había nada.

Ni color, ni esperanza.

Ni amor, ni ternura.

Ni posibilidad, ni tristeza.

Ni tampoco alegría.

Solo se sentía nada.

y nada más que nada.

Nada.


Pasó el tiempo,

pero no sé cuánto pasó.

En la nada el tiempo no existe.

No se siente nada.

Es un vacío inmenso

lleno de pura nada.

Nada.


Y volví al libro que leía,

como naciendo de nuevo,

respiré profundo,

grité de miedo

y seguí con mi lectura,

dejando a la nada en su lecho.


Dos semanas después

mi padre viajó a la nada

para nunca más volver.

Nada.

No hay comentarios: