domingo, 10 de junio de 2018

Blue Monster

Te vi,
eras una estrella lejana e imposible
que iluminaba un camino desconocido.

Te reencontré,
abriste un inesperado baúl de cariño,
caminaste a mi lado
cuando nadie más quería,
cuando todo caía a pedazos,
cuando un llanto sin lágrimas
me ahogaba a diario el alma.

Y fuiste entrando lentamente,
armaste una habitación en mi corazón
que cada día fue creciendo,
a pesar de que no se debía,
de que era prohibido,
de que no lo busqué
ni lo quería
ni lo esperaba...
no lo noté,
no se me culpe por nada.

Ahora te vas,
te estoy viendo lejana,
como la primera vez
y supe que eres una estrella fugaz
que creí alcanzar,
pero solo pasaba.

Y despertaste a un monstruo azul y grande
que huele el amor en mi sangre
y destruye todo refugio,
toda compañía,
toda alegría,
toda esperanza.

Y comienzas a doler
con un sabor conocido,
dueles como todo,
dueles como nada.

Llegó la hora de desvanecerme,
de desaparecer,
de alejarme,
de salvarme,
de irme a una tierra lejana.

Alguna vez, si dejas de doler, volveré,
aunque desde hoy serás nostalgia
y el trabajo de las nostalgias,
no sé si lo sabías, querida mía,
es doler.