miércoles, 5 de abril de 2017

El tren de la Sabana

Uno le va perdiendo
el gusto a la vida
poco a poco,
paso a paso,
hasta que pasa el tren de la Sabana
y a todos les devuelve
la mirada brillante,
la sonrisa de niño,
la inocencia hechizada,
la esperanza furtiva
de tenerlo todo
sin poseer nada.

Cuando solo queda humo,
las ganas de tenerlo todo
vuelven a su forma de nada
y la esperanza se esconde,
la inocencia se rompe,
la sonrisa envejece,
la mirada se apaga.
Poco a poco,
paso a paso,
el gusto a la vida
vuelve a perderse.

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