No supe, nunca supe,
cómo frenar tu ímpetu
cómo secar tu espíritu
cómo quererte menos,
cómo tratarte mal.
Te llené de dudas,
de deudas no pedidas,
de desasosiego,
de intranquilidad.
Y te alejaste.
Te vi partir con aquel último abrazo
que decía adiós sin palabras
y te dejaba conmigo
aunque no estuvieras ya.
¿Ahora qué hago
con tu ausencia y tus fantasmas
que veo todo el tiempo
que caminan a mi lado
pero no puedo abrazar?
Ven y me respondes
o no te quedes
sin quedarte
ni un solo día más.