sábado, 23 de julio de 2011

Blues claro de luna


Mi alma
canta un blues
sentada en la ventana
mirando la luna.

viernes, 24 de junio de 2011

Prueba de resistencia

El corazón aguanta
el alma resiste
pero llega un punto
en el que, de tanto golpe
incluso un diamante se rompe.

Biofiloaeda

jueves, 23 de junio de 2011

Advertencia 3 (Rompecorazones)


Quien tenga corazón escóndalo
por ahí anda un tal Cupido
que es buscado vivo o muerto
por ser un despiadado
que se divierte rompiéndolos.
Biofiloaeda.

Problema mural


Qué problema:
el muro de Berlín ya cayó,
pero el de Facebook sigue creciendo.

Muros que separan,
muros que unen,
muros que separan uniendo
¡qué problema el de estos tiempos!
Biofiloaeda

lunes, 20 de junio de 2011

Hablan las paredes


Tenga cuidado
con lo que dice,
porque,
quién lo creyera,
las paredes hablan,
su voz es de mil colores.
Biofiloaeda

Sexograma musical en clave de Love

El ritmo de las caderas 
las notas altas y bajas 
la musicalización 
de los gemidos 
y los gritos 
y las palabras al oído 
el crujir de la madera 
las palmadas 
el éxtasis... 
el sexo es música. 
Biofiloaeda

domingo, 19 de junio de 2011

Manual sobre soledad

La soledad es
andar con uno mismo
haciéndose constantes
y tristes zancadillas.
Biofiloaeda

Mis respetos

De copa, de vaquero 
a esta hora da igual 
sólo quiero un sombrero 
para podérmelo quitar 
ante la que mi corazón 
alguna tarde de estas 
se quiera llevar.
Biofiloaeda

Restos

Sólo queda un resquicio lacerado de mi amor por ti.
Biofiloaeda

jueves, 16 de junio de 2011

Cronopoiesis

El tiempo

anda de afanes

y sin razones

él siempre corre


y tiene siempre

sus caprichitos

haciendo largos

amargos ratos.


El tiempo

no espera a nadie

aunque alguien

lo espere a él


y deja marcas

en la memoria

del que sonríe

o del que llora.


Biofiloaeda.

miércoles, 15 de junio de 2011

Error utópico

Mi más grande error

es creer que las utopías

dejarán su característica

natural y perenne

para convertirse

una buena tarde

en realidad.


Biofiloaeda.

Deseo alcoholicogeográfico

Quiero beberme

El Amazonas

En tequila.


Biofiloaeda.

martes, 14 de junio de 2011

Lacrimosa 2 (aunque realmente es la 1)

Dos lágrimas

de un mismo ojo

no caen

Sobre un mismo lado,

aunque sí

sobre una misma herida.


Biofiloaeda.

Dieta infalible

Si quieren una buena

dietapara adelgazar

busquen una razón

para estar tristes.


Biofiloaeda.

Amor y castigo

Y aguantar estas malditas

ganas de hablarte,

y tomarme una trago,

a diario, de un licor barato

que sabe a mil demonios

para calmar la tristeza

y los saltitos hirientes

de mi corazón,

y morirme de rabia,

y recordar

y que me dé más rabia,

y mil cosas más

que duelen como el Infierno...

vaya castigo

para un error tan simple:

haberme enamorado de ti.


Biofiloaeda.

lunes, 13 de junio de 2011

El mal de Macondo

Quiero sufrir

del mal del insomnio

para ver

si se me va olvidando todo.


Biofiloaeda.

domingo, 12 de junio de 2011

Lacrimosa


Las lágrimas hacen cosquillas
Mientras recorren el rostro
Con su triste, transparente,
Corta y solitaria vida.
Las lágrimas buscan robarte,
En vano, una sonrisa.
Las lágrimas son cariñosas,
Son caricias de la tristeza
Que intentan consolar
Y tratan de ser compañía.
Biofiloaeda

Anuncio publicitario

Alquilo la mitad de mi cama

La mitad de mi vida

La mitad de mis lágrimas

De mis tristezas y de mis alegrías

La mitad de mis besos

Y la mitad de mis abrazos

La mitad de mi alma

Y, si puede armarlo,

Le voy encimando

Todo mi corazón desafinado

O, si lo quiere,

Vendo el todo de todo eso.

Sólo pido a cambio uno, un sólo día

O, si no tiene tiempo, medio segundo

De amor y de alegría.


Biofiloaeda.

sábado, 11 de junio de 2011

Despedida sin memoria

Ojalá en el futuro

ni siquiera me extrañes

no quiero tener que ver

nada más contigo.


Biofiloaeda.

viernes, 10 de junio de 2011

Desbesar


Mis labios ya no besan
se han desgastado
de tantos besos
con sabor a tristeza.
Biofiloaeda

miércoles, 8 de junio de 2011

Autodestierro

Tú misma

te desterraste

de mi músculo

oscilante.


Biofiloaeda.

lunes, 6 de junio de 2011

Manual para extrañar 2

Yo te extraño pacientemente

entregándote lo que soy

tú lo extrañas amargamente

ignorando lo que te doy.


Biofiloaeda.

Manual para extrañar

Vamos extrañando juntos

tú por tu parte

yo por la mía

tú lo extrañas a él

yo te extraño a ti

qué extraño

es extrañar.


Biofiloaeda.

domingo, 5 de junio de 2011

Advertencia 2

Juro que si tratas

de joderme la alegría,

de una vez por todas

te saco a patadas de mi vida.


Biofiloaeda

jueves, 2 de junio de 2011

Kilos invisibles

Aunque no se vea, pesa:

Pesa la indiferencia

pesa el olvido

pesa que mi corazón

ya no lata por ti.


Biofiloaeda.

miércoles, 1 de junio de 2011

Trato mental

Búscame

en tu recuerdo

que yo te pierdo

en mi olvido.


Biofiloaeda.

martes, 31 de mayo de 2011

Eterna compañía

Yo conmigo

suena egocéntrico

pero no necesito más

para ser feliz.


Biofiloaeda.

sábado, 28 de mayo de 2011

Epicentro

Sé feliz

el temblor

en mi pecho

no lo causas tú.


Biofiloaeda.





Soliloquio

Es tan bonito

poder andar

con Uno Mismo

sin alguien más

que lo interrumpa.

Uno habla al oído

y dice cosas

bien interesantes,

bien lógicas.

Este Uno sabe dar

consejos claros

y suele tener

mucha razón

en lo que dice

y, lo más importante:

Uno escucha atentamente.


Biofiloaeda.

viernes, 27 de mayo de 2011

Advertencia

No vayas a venir

a joderme la alegría

con los tristes recuerdos

que cargas al hombro.


Biofiloaeda.

jueves, 26 de mayo de 2011

Y al final.

Llegó la hora

de olvidarte

no entorpezcamos

con recuerdos

nuestra feliz ruta.


Biofiloaeda.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Antaño rompimiento

Hasta acá llegamos

tú y yo, pasado,

la puerta está

donde siempre,

y no olvides

de llevarte

a tus secuaces.


Biofiloaeda.

lunes, 7 de febrero de 2011

No me sigas - Biofiloaeda

Hey, pasado,

echa pa' atrás,

quédate ahí,

rezagadito,

que este poeta

tiene que seguir

con su camino

y no puede caer

enfermo por culpa

de tu nostálgico virus.


Biofiloaeda.

Telegrama lunático - Biofiloaeda

Van bien las cosas,

el camino me lo alumbra

la luna

con toda la fuerza

de su luz prestada.


Biofiloaeda.

miércoles, 26 de enero de 2011

Tu pelo

Me encantan

las olas nocturnas

y huracanadas

que cuelgan

de tu cabeza


Biofiloaeda.

sábado, 15 de enero de 2011

Io innamorerò, io morirò

Cuando encuentre a alguien

Y alguien me encuentre a mí

Cuando nos encontremos

Esa misma noche

Moriré bajo la nieve

En Milán.

Biofiloaeda.

Memoriosa condena - Biofiloaeda


Si tú me olvidas
yo te olvidaré
pero ninguno
se atreve;
estaremos juntos
por el resto
de la eternidad.
Biofiloaeda.

Enseñanza


La literatura
Me ha enseñado
A amar
Pacientemente.
Biofiloaeda

Gramática dolorosa - Biofiloaeda

Amar es el verbo

Más difícil

Y doloroso

De conjugar.

Biofiloaeda.

Valor del dolor - Biofiloaeda

Hay cosas que valen

Y otras que duelen

Hay cosas que duelen

Porque valen

Y conjugan los dos verbos

Al mismo tiempo.

Biofiloaeda.


Triste paradoja - Biofiloaeda

Es triste pensar

Cuán dentro estás

De mi corazón

Y cuán lejos estás

De mi vida.

Biofiloaeda.

Receta utópica - Biofiloaeda

Mézclese un sueño

Con amor

Y un imposible

Y obtendrá

Una dolorosa utopía.

Biofiloaeda.

Antigracias - Biofiloaeda

Evidentemente

Cuando sonrío

Cuando logro sonreír

No es por ti.

Biofiloaeda.

No digas nada - Biofiloaeda

Hay cosas

Que se dicen

Por ausencia

De palabras.

Biofiloaeda.

Cambio de ruta - Biofiloaeda

Muéstrenme un nuevo río

En el que venía no me gustó

Lo he aguantado

Por demasiado tiempo

Y su cauce nunca cambió.

Biofiloaeda.

Construcción perfecta - Biofiloaeda

Este mundo está

Líricamente

Bien armado:

Hay una canción

Y un poema

Para cada sensación

Cada situación

Cada cosa.

Biofiloaeda.

Esperanza lagrimal - Biofiloaeda

Nadaré

En mis lágrimas

Hasta llegar

A ti.

Biofiloaeda.

Sin permiso - Biofiloaeda

¿Y quién le preguntó

A Lázaro

Si quería resucitar?

Biofiloaeda.

Tristeza atemporal - Biofiloaeda

Si te hubiera encontrado antes

O después

Me hubiera ahorrado

Tanta tristeza.

Biofiloaeda.

Cava - Biofiloaeda

Si encuentras mi corazón

Bajo este montón

De tristeza

Es tuyo.

Biofiloaeda.

Corazón icariano - Biofiloaeda

No me des alas

Si no quieres

Que vuele

muy cerca del sol.

Biofiloaeda.

Sueños perdidos - Biofiloaeda

¿Cuántas cosas maravillosas

Deben estar ocultas

Y para siempre perdidas

En el oculto rincón onírico?

Biofiloaeda.

Nostalgia circular - Biofiloaeda

Qué triste

Es volver siempre

A los mismos recuerdos.

Biofiloaeda.

Triste trinchera - Biofiloaeda

La lluvia

es un bonito camuflaje

para las lágrimas.

Biofiloaeda.

Compañía de ruta - Biofiloaeda

Cuídemonos los pasos

el uno al otro,

así no tienes que dejar

migajas de pan

para regresar a casa,

tienes que seguirme a mí,

o, en su defecto, yo a ti,

y, si nos perdemos,

qué más da,

estaremos juntos

y eso bastará.

Biofiloaeda.

Despedida desesperanzada - Biofiloaeda

Si quieres irte

y no volver, vete

yo te esperaré

sin esperarte.


Biofiloaeda.

Clemencia - Biofiloaeda

Mátame de una vez

de un sólo tajo

que esta muerte

a plazos

ya no la aguanto.


Biofiloaeda.

Inminente - Biofiloaeda

Mátame

a besos

o me ahogo

en lágrimas.


Biofiloaeda.

Lo que eres - Biofiloaeda

Eres la peor

cosa mágica

que ha pasado

por mi vida.


Y también

no lo olvides

de esas cosas

eres la mejor.


Biofiloaeda.

Extrañamiento - Biofiloaeda

Extraño tantas cosas

pero, de entre todas ellas,

extrañar extrañarte

es, sin duda, la mejor.


Biofiloaeda.

Sin enemigos - Biofiloaeda

¿Tom sin Jerry?

¿Jerry sin Tom?

Un maullante gato

y un roñoso ratón.


Biofiloaeda.

Otredad - Biofiloaeda

Tengo una cita

con mi otredad

a las nueve

en el espejo.


Biofiloaeda.


Tercetos y cuartetos - Biofiloaeda

Los tercetos

y los cuartetos

son los silencios

más dicientes.


Biofiloaeda.

Gritar en silencio - Biofiloaeda

Esto no es un aborto

pero es un triste grito

furibundo y silencioso.


Biofiloaeda.

Tus mentiras - Biofiloaeda

Creeré a ciegas

en cada cosa

que no me digas.


Biofiloaeda.

Título - Biofiloaeda

El título

es el mapa

que marca la ruta

de los silencios.



Biofiloaeda.

Poesía - Biofiloaeda

Yo practico

el arte mágico

de dar vida

a los silencios.


Biofiloaeda.

Defensa a los silencios - Biofiloaeda

Aún cuando lastima

un silencio

puede volverse

una hermosa poesía.


Biofiloaeda.

Hermoso atentado - Biofiloaeda

Desde adentro

me vas matando

con cada beso

que me vas dando.


Biofiloaeda.

Años luz - Biofiloaeda

Mirar a las estrellas

es mirar el pasado,

ese es mi mayor

artificio para recordarte.


Biofiloaeda.

Monumento a la amistad - Biofiloaeda

La amistad es un monumento

que no se cae

ante el primer viento

del huracán.


Biofiloaeda.

Necesidad - Biofiloaeda.

Te he necesitado tantas veces

que justo ahora

cuando más te necesito

eres el motivo de mi necesidad.


Biofiloaeda.

Golpe y beso - Biofiloaeda.

Si golpes me dan

golpes regreso;

si besos recibo

besos devuelvo.


Biofiloaeda.

Poeta triste - Biofiloaeda

Soy un poeta triste

no por los versos que hago

sino por los que

no me hacen o no recibo.


Biofiloaeda.

La gran pelea - Biofiloaeda



El boxeador estaba en su camerino, meditando profundamente mientras esperaba el inicio de la pelea por el título, que comenzaría en pocos minutos. Meditaba imaginando que daba toda clase de golpes: soñaba con jabs de derecha, con ganchos de izquierda, con cruzados desde los dos flancos, sin bajar la guardia; se imaginaba vestido de Patterson venciendo a Johansson en 1960, imaginaba que sus brazos eran los de Sonny Liston noqueando a Patterson, con un juego de golpes poderosos, dos veces en dos peleas, cuando apenas corría el primer asalto; quiso ser Cassius Clay moviendo las piernas y los brazos tan rápido como para que su contrincante no lo viera y dando el puño conocido como “La mano fantasma”, que tiró a la lona a Liston en la segunda pelea entre los dos, efectuada en 1965; deseó ser otra vez Alí (Cassius Clay) en Zairé, frente a George Foreman, apostando a defenderse contra las cuerdas, para salir al octavo asalto a tirar a su contrincante contra el suelo, para que no se volviera a parar de allí en toda la noche.

Se imaginó eso y mucho más: ser más boxeadores de los grandes: Joe Louis, Rocky Marciano, Joe Frazier…, se imaginaba que sus puños daban toda clase de combinaciones letales, incluso golpes nunca antes vistos y por nadie inventados.

Así se preparaba el boxeador minutos antes de la pelea. Pensaba también en los largos y arduos meses de entrenamiento, en los años de peleas contra otros poderosos pugilistas, escalando posiciones con la fuerza de sus puños y el dolor de su cuerpo, cayendo un par de veces, pero levantándose como un fénix para propinar, con más rabia que técnica, puños certeros al rostro de su contrincante, que en un dos por tres los mandaba al suelo sin la menor intención de volver a pararse o, si conseguían la verticalidad de su humanidad de nuevo, lo hacían con la cabeza en otra galaxia, en una que les impedía mantener el control sobre los pies y volvían a caer, dejando que el réferi decretara el nocáut.

Su récord: 73 peleas, 73 victorias, 68 por la vía rápida. Las únicas cinco veces que no noqueó a su contrincante fue por su propio cansancio muscular, que lo hacía más lento y a sus golpes menos certeros. Pero incluso con esas fallas propias, los jueces veían con buenos ojos los golpes que propinaba y su defensa extraordinaria, entonces le daban la victoria.

El boxeador alimentaba su ego, se sentía invencible. Esa noche sus músculos estaban descansados, había dormido bien. Además, su entrenamiento arduo lo hacía sentir más fuerte que en la pelea 73. Estaba seguro de que iba a ganar, pero tenía que decírselo a sí mismo, créerselo, imaginárselo, salir con la actitud de Alí al cuadrilátero.

Pero la pelea acabó antes de que el campanazo inicial lanzara su metálico grito: el boxeador salió del camerino por el pasillo que dirigía al escenario lleno de personas de toda clase que apoyaban al defensor y al retador por igual. Llevaba una bata inmaculada con su nombre escrito en letras doradas a la espalda, su pantaloneta naranja (decía que un color así confundía a sus contrincantes y jamás peleó con una que no llevara ese color) con rayas laterales negras, las botas del mismo color de los calzones de boxear. Era escoltado por cerca de diez personas que incluían a su entrenador, al médico, unos amigos y otros ayudantes. Antes de que uno de esos diez personajes estirara las cuerdas para que el retador pasara al interior, éste, por alguna fuerza magnética del universo, inclinó la cabeza hacia la primera fila, allí estaba su mujer; cuando la vio se le dibujó una leve sonrisa, que no le duró mucho porque al lado de la bella y elegante dama (a quien él amaba con la misma pasión con la que lanzaba sus jabs) se encontró con su mejor amigo (el de la infancia, el que siempre le decía que eso de boxear no le gustaba, que le parecía de salvajes) quien estaba allí, viendo la pelea y (es aquí donde se le borra la sonrisa) besuqueando a su amada.

Cuando el boxeador entró al cuadrilátero, ya no recordaba nada de lo que había sido su entrenamiento sicológico en el camerino, ya ni siquiera sabía que estaba en un cuadrilátero a punto de jugarse la vida por el campeonato mundial; se fueron los Liston, los Patterson, los Alí, los Marciano, los Frazier, los Johansson; se esfumaron los jabs, los ganchos, los cruzados; se perdió en el aire la mano fantasma y quedó guardada en los libros de historia del boxeo; dejó de existir Zairé, se acabaron las 73 peleas ganadas. Todo eso se perdió en la rabia y los celos, sólo quería ver a ese, su amigo de infancia, parado frente a él, para propinarle uno y sólo un golpe que lo mandara a Marte y del planeta rojo directo al Infierno.

Sin darse cuenta estaba en el centro del ring, escuchando las últimas instrucciones del réferi, golpeando sus puños contra los puños del campeón reinante del momento. Recobró la conciencia, los sonidos volvieron, los gritos de su entrenador y del público, los boxeadores clásicos que quería ser esa noche, los golpes inventados y por inventar, los lugares y fechas mágicas donde peleas memorables nacieron. Se paró frente a su contrincante, comenzó a bailar al estilo de Alí, lanzando golpes cada vez que el defensor bajaba la guardia; esquivando golpes por la izquierda, por la derecha, por arriba; recorriendo todo el cuadrado cercado por cuerdas de tres colores. Pero por una centésima de segundo se acordó de su mujer, volteó a mirar a la primera fila para confirmar lo que había visto momentos antes, y sí que lo confirmó. Cuando volvió la cabeza hacia su contrincante, no vio la cara de éste ni siquiera el cuerpo, sino un jab de derecha viniendo a su cara, trató de esquivarlo pero fue peor, el golpe le dio de lleno, luego se sintió flotar por el aire y, en la mitad del vuelo, el mundo se le hizo oscuro, no supo más ni de su mujer ni de la pelea ni del mundo, luego su cuerpo hizo un aterrizaje forzoso contra el suelo, para jamás, nunca más en la vida, pararse de allí.

El aterrizaje del boxeador, aparte de forzoso, fue aparatoso: su cabeza pegó primero contra la lona, pareció quedar pegada contra el suelo, mientras su cuerpo seguía el movimiento que la fuerza del golpe le había dado, tanta que sobrepasó a la cabeza que seguía en la misma posición en el suelo, sólo movida levemente, cuando el cuerpo terminó de pasar, se oyó un traqueteo leve, que nadie alcanzó a percibir por el griterío, el retador quedó tendido en el suelo con los pies en dirección contraria adonde le habían propinado el poderoso jab. El réferi se acercó a examinarlo y se dio cuenta de que definitivamente estaba noqueado y dio por ganador al defensor. Comenzaron los gritos y las celebraciones. Cuando el médico del retador entró al cuadrilátero y examinó al boxeador, dio un grito tan fuerte que opacó al de júbilo del resto de la multitud. Segundos después el estadio era total silencio y nerviosismo: el boxeador había muerto por ruptura del cuello. El defensor no volvió a boxear más. La mujer del retador le iba a dar la sorpresa de que estaba embarazada, para que tuviera un doble triunfo en la noche y el amigo de infancia estaba tan feliz de ser “tío putativo” que besaba a la esposa de su hermano del alma con ternura en la mejilla, como queriéndole transmitir su cariño al primogénito del pugilista que acababa de fallecer en el cuadrilátero, a los 20 segundos del primer round.

Biofiloaeda.

Déjame - Biofiloaeda

Déjame un instante solo

Déjame relajar la cabeza

Entender mi juego

Y analizar mi estrategia

Acostumbrarme al camino

Cogerle a mis pasos el ritmo

Para no tropezar

Y, al caer, algo dañar.

Biofiloaeda.

Quédate un momento - Biofiloaeda

Es triste saber que te vas

Que te deslizas

Por todos los pliegues

De mi camisa

Huyendo, despavorida,

Y no me besas

A la despedida.


Te seguiré esperando

Aunque vayas huyendo

Cuando, palpitando,

Mi alma estés oyendo.


Biofiloaeda.

Corazón delator - Biofiloaeda

Algo adentro

suena

y su horrísono latido

espanta.


Biofiloaeda.