lunes, 12 de enero de 2009

Merecidos regalos a Pandora - Biofiloaeda

Merecidos regalos a Pandora

Un regalo especial te haré

Todo lo que tengo te daré:

Mis palabras y mis letras,

Mis versos y poemas.

Te regreso mi alma

Luego de botarla

Cuando antaño te la regalé.

Mi amor y desamor te los entregaré,

Con mis recuerdos irán también

Las oníricas imágenes de mi sien.

En el paquete estarán

Mis tristezas que se juntarán

Con mis nostalgias y taciturnismo,

Y, aunque parezcan lo mismo,

Habrá lágrimas y melancolías.

Incluso mis sonrisas y alegrías,

A pesar de su escasez.

Te daré, no por primera vez,

La lluvia, la luna, el mar.

Todo, todo allí va a estar,

Todo en cuanto puedo,

Con nada me quedo,

Todo absolutamente

A ti te lo regalaré.


Hay una condición en el obsequio:

Al momento en que leas esto

Y recibas lo que te entrego

La Caja de Pandora deberás buscar,

Y todos los regalos encerrar

Más tarde, arrojarlo todo,

Hasta, del Hades, tocar el fondo.

De allí no podrá salir nada,

Pues cada cosa aquí regalada

Significa un gran demonio

De los peores que ya se vio

O se pueda ver jamás.

¿Por qué a ti y no a alguien más?

Si te lo preguntas, te contesto:

Por una simple razón que detesto:

Porque tú y sólo tú has dado

Vida a cada demonio regalado,

A todos los has desatado.

Por eso debo decirte ahora

Que tú eres mi Pandora.

Biofiloaeda.

Te necesito - Elvio E. Gandolfo

Cuando el ala negra del cuervo
Roza las nevadas cumbres,
Cuando los escapes de los vehículos
Y el humo de las chimeneas cubren
El paisaje con una nube tan negra como blanda,
Cuando la angustia se aposenta sobre mi pecho
Como un búho tan sabio como cruel,
¡Te necesito, Paula, te necesito!
Necesito que me despiertes en la mañana,
Necesito que me des las buenas noches,
Necesito que me excites como un chivo,
Necesito que me tranquilices como un valium,
Necesito que comprendas mis ideas políticas,
Necesito que después comprendas
Mi falta de ideas políticas,
Necesito que después aún comprendas
Mis terribles y nuevas ideas políticas,
Necesito que me digas a quién votar,
Necesito que votes por quien voto,
¡Te necesito, Paula, te necesito!
Necesito que me inspires como una musa,
Necesito que me empujes como una militante,
Necesito que me laves los calzoncillos,
Necesito que, en el peor de los casos,
Los lleves al lavadero de la esquina
(A mí me da vergüenza)
Necesito que escuches en silencio cuando lloro,
Necesito que sonrías cuando río sin parar,
Necesito que me acompañes en mi triste economía,
Necesito que me sigas en el bosque
De las inseguridades y los renuncios,
Necesito que odies a mi jefe cuando yo lo odio,
Necesito que calles cuando yo lo adulo,
¡Te necesito, Paula, te necesito!
Necesito que a ti también te gusten
Stallone, Van Damme y Demi Moore,
Necesito que riegues el jardín,
Necesito que prepares tallarines
Con tuco pero sin estofado,
Necesito que te hagas cargo de los chicos,
Necesito que uses con ellos mano dura,
Necesito que cambies los canales
Cuando se rompe el automático,
Necesito que pagues las cuotas del cable,
Necesito que vayas a buscar los videos al club,
Necesito que después los devuelvas en fecha,
¡Te necesito, Paula, te necesito!
Necesito que no hables,
Necesito que no mires,
Necesito que no sepas,
Salvo cuando necesito que me hables,
Salvo cuando necesito que me mires,
Salvo cuando necesito que te enteres,
(Pero no me digas nada).
¡Te necesito, Paula, te necesito!
Seré preciso: necesito que apoyes suavemente
Tu pezón derecho sobre mi narina izquierda,
Y seis instantes después necesito que apoyes
Tu pezón izquierdo sobre mi narina derecha,
Necesito que hoy vengas desnuda,
Necesito que mañana te pongas sostén negro,
Necesito que pasado mañana uses
La bombacha común de franela blanca,
Necesito que apagues la luz
Y después necesito que vuelvas a prenderla,
Necesito que tú me lo pongas
(A mí nunca me sale),
¡Te necesito, Paula, te necesito!
Vuélvete, gírate, arrodíllate,
Yérguete, cállate, acuéstate,
Ponte en cuatro patas, ahora
En tres, ahora en dos (nadie te
Prometió un jardín de rosas), muérete
(Pero no del todo), y después
Siéntate, Paula, porque quiero
Decirte algo:
A riesgo de ser redundante:
¡Te necesito, Paula, te necesito!
Elvio E. Gandolfo.