Te adoro, no lo olvides, ni hoy, ni mañana, ni cuando yo desaparezca en la densidad del aire, en el correr absurdo e inamovible del tiempo; ni cuando tú desaparezcas en la belleza de las flores, de la luna, de la lluvia, de la noche; ni jamás, no lo olvides aunque los cuervos quieran carcomer tus recuerdos en el Hades.
No lo olvides, te adoro desde lo más profundo de mi alma que se escapa de su cárcel de carne y hueso en un suspiro de tinta, es la única forma de abrazarte, darte un beso y volver a decirte que te adoro.
Biofiloaeda
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